El artículo habla del gozo de los misticos y la estructura teologal del hombre. El placer no es solamente un sentido, sino una forma de comunicación con Dios que se puede lograr cualquier hombre. Una forma de esta comunicación es el reconocimiento de la identidad, de saber totalmente que es un hijo de Dios. Otra forma es el gozo espiritual, donde se experimenta con la identidad. Unas de las místicas más famosas es Santa Teresa de Ávila, cuyas experiencias con el gozo resultaron en el placer de la unidad con Dios.