Resumen: Los papilomas virales que se desarrollaron en un dedo de un perro, fueron extirpados y reaparecieron cuatro veces en dos años. A pesar de que los papilomas son "persistentes", permanecieron de pequeño tamaño y confinados al dedo del pie, y no se diseminaron ni progresaron a una enfermedad grave. No todos los papilomas persistentes progresan, incluso cuando se tratan con terapias más conservadoras.